Se toman
las barajas y se dividen en dos montones iguales y se colocan boca abajo
uno al lado del otro.
También
se podría utilizar sólo una baraja, pero el juego para multiplicar sería mucho
más rápido y se terminaría antes.
El primer
jugador toma una carta de cada pila y les da la vuelta.
Hay dos
maneras de jugar:
- Primero: el jugador multiplica los números de las cartas y si la respuesta es correcta se queda con las cartas y pasa el turno al segundo jugador que realiza la misma acción.
- Si el resultado no es correcto, se devuelven las cartas debajo de cada mazo.
- Segundo: los dos jugadores multiplican los números de las cartas y el que contesta antes, y correctamente, se queda las cartas.
- En caso de contestar incorrectamente, devuelve una carta de las que ya había conseguido. Y si los dos jugadores contestan a la vez, cada uno se queda una carta.
- En el siguiente turno es el otro jugador el que levanta las dos cartas.
En los
dos casos el juego para multiplicar finaliza cuando se han acabado todas las
cartas. Gana el que más cartas haya conseguido.